Sobre un altivo y luminoso cerro
como casta paloma te reclinas;
a ti acuden las almas peregrinas
que buscan en tus naves grato encierro.
Pregonando una fe de duro hierro
desde estos peñascales iluminas
a nuestras almas de sufrir cansinas
el acerbo dolor de este destierro.
Y la voz de metal de tus campanas
nos va diciendo todas las mañanas
la férvida oración de la fe pura;
La fe de unos sencillos corazones
que haciendo de sus pechos escalones
alzaron de tus muros la blancura.
Rafael Láynez Alcalá
24 de enero de 1.924
El Santuario de Nuestra Señora de Tiscar, indiscutiblemente el centro de devoción mariana de la comarca, se encuentra situado en el término municipal de Quesada, entre Peña Negra y el Cerro de los Canjorros, a los pies del castillo de Tiscar y junto a la emblemática Cueva del Agua.
Vista del Santuario de la Virgen de Tiscar desde el Castillo
La primera construcción de la que se tiene conocimiento de lo que hoy es el Santuario, fue un templo dedicado a Ceres, diosa de la agricultura. Ya en época romana, siglo IV, por orden del emperador Constantino, se instaura el cristianismo por todo el imperio y se abandonan templos y deidades paganas. Así, sobre las ruinas del templo de Ceres se construye un santuario para la imagen, donde se la venerará libremente durante muchos años, hasta que con la invasión de los visigodos, comienza de nuevo la persecución a los cristianos. Vuelven a esconder la imagen de la Virgen en la Cueva del Agua, hasta la conversión del Rey godo Recaredo, retornando la tranquilidad a los sufridos cristianos de aquella época.
Originariamente, el santuario era de estilo gótico con elementos mudéjares.
Construido tras la reconquista cristiana en el siglo XV (mas de 70 años mediaron entre la conquista de Quesada por los cristianos y la de Tiscar debido a su encaramada ubicación), el grueso de obra debió de tener su apogeo hacia el Siglo XVII y XVIII, construyéndose gran parte de la apariencia actual conservando parte de las construcciones antiguas.
Según narra Juan de Mata Carriazo en su libro " En la Frontera de Granada", la plaza del Santuario se labró a pico en 1.628.
El año 1.675, sería una fecha importante para el Santuario de Tiscar. Así narraba este acontecimiento en un artículo el Canónigo archivero de Toledo, Juan Francisco Rivera, bajo el título "Una fecha trascendental para el Santuario de Tiscar":
"Esta fecha memorable fue la del 3 de julio de 1.675. Regía la diócesis de Toledo el Cardenal don Pascual de Aragón desde hacía un decenio.
Personaje de singulares dotes de gobierno, que puso de manifiesto en los relevantes cargos que hubo de desempeñar durante el desdichado reinado de Carlos II, el cardenal Aragón era de piedad honda y sincera y muy preocupado por los deberes pastorales, como quedó de manifiesto en los Apuntamientos que para su biografía dejó el canónigo toledano don Cristóbal Ruiz Franco de Pedrosa, confesor y limosnero mayor del prelado, y que ha completado el mártir obispo de Ciudad Real, Dr. D. Narciso Estenaga en su estudio histórico sobre el cardenal Aragón (París, 1.930).
En la primavera del citado año, el arzobispo, dando de mano a los asuntos cortesanos, salió a realizar visita pastoral por los mas alejados lugares de su extenso arzobispado. Después de haber visitado las parroquias toledanas enclavadas en la actual provincia de Albacete, el 22 de mayo se encontraba en Cazorla, donde permaneció mas de un mes para ponerse nuevamente en camino el 23 de junio, llegando a Quesada el día 30.
Aquí tuvo Su Eminencia noticia de la triste situación en que se encontraban los habitantes de aquellos parajes, pues dado el gran número de cortijos en que residían y la distancia que les separaba de Quesada, sin que tuvieran ninguna otra iglesia mas cercana para que se atendiera a su cuidado espiritual, se encontraban en muy grande abandono y necesitados de recurrir a Quesada para la recepción de todos los Sacramentos.
-Compadecióse mucho Su Eminencia desto, dice la aludida crónica manuscrita (fol. 120), y empezó a discurrir como podría remediarse la necesidad y, preguntando si había alguna iglesia cerca de los cortijos, dijeron que una ermita de una imagen de mucha devoción de aquella tierra de Nuestra Señora, que llaman Nuestra Señora de Tiscar, con que quiso ir Su Eminencia personalmente a verla-.
La visita del santuario quedó fijada para el día 3 de julio y los feligreses convocados en él para tal fecha.
Trasladóse allá el cardenal en el día prefijado y después de haber examinado el templo, -pareciéndole a propósito la erigió en ayuda de parroquia de Quesada y mandó poner el Santísimo Sacramento de la Eucaristía y el de la Extremaunción con pila de bautismo y compuso congrua sustentación para un teniente que asistiera habitualmente en aquella iglesia para administrar los Sacramentos, agregándole una capellanía de Quesada...ordenando al cura que, de su renta que es bien proporcionada, señalase alguna porción a este teniente por su trabajo, y Su Eminencia también le socorrió mientras vivió para que estuviese mas gustoso. En esta iglesia dijo misa Su Eminencia y bautizó un niño, hijo de un pobre hombre de los cortijos y lo confirmó, llamándole Pascual, y al padre le dio una buena limosna para ayudar a criarle, diciéndole que aquel niño se había de criar por su cuenta y desde aquel día había de ser su padre Su Eminencia.
Visitó todos los cortijos y los consoló con su presencia y limosnas, que les hizo de trigo, repartiendo entre ellos toda la parte de trigo que le había tocado a Su Eminencia en aquella diezmería aquel año. Y ellos quedaron muy gustosos con el consuelo espiritual de tener parroquia tan cercana y con los socorros que Su Eminencia les hizo, dando a Dios muchas gracias por haber conocido a su prelado, que apenas tenían noticia le tuviesen-.
De esta forma se escribió una página, llena de interés y emoción para la historia del venerado Santuario de la Virgen de Tiscar, y que, trasladada a los Apuntamientos, sin mas preocupación que la de modernizar la ortografía, hemos querido dar a conocer, convencidos de que la fecha del 3 de julio de 1.675 fue para todo aquel contorno una fecha trascendental.

Originariamente, el santuario era de estilo gótico con elementos mudéjares.
Construido tras la reconquista cristiana en el siglo XV (mas de 70 años mediaron entre la conquista de Quesada por los cristianos y la de Tiscar debido a su encaramada ubicación), el grueso de obra debió de tener su apogeo hacia el Siglo XVII y XVIII, construyéndose gran parte de la apariencia actual conservando parte de las construcciones antiguas.
Según narra Juan de Mata Carriazo en su libro " En la Frontera de Granada", la plaza del Santuario se labró a pico en 1.628.
El año 1.675, sería una fecha importante para el Santuario de Tiscar. Así narraba este acontecimiento en un artículo el Canónigo archivero de Toledo, Juan Francisco Rivera, bajo el título "Una fecha trascendental para el Santuario de Tiscar":
"Esta fecha memorable fue la del 3 de julio de 1.675. Regía la diócesis de Toledo el Cardenal don Pascual de Aragón desde hacía un decenio.
Personaje de singulares dotes de gobierno, que puso de manifiesto en los relevantes cargos que hubo de desempeñar durante el desdichado reinado de Carlos II, el cardenal Aragón era de piedad honda y sincera y muy preocupado por los deberes pastorales, como quedó de manifiesto en los Apuntamientos que para su biografía dejó el canónigo toledano don Cristóbal Ruiz Franco de Pedrosa, confesor y limosnero mayor del prelado, y que ha completado el mártir obispo de Ciudad Real, Dr. D. Narciso Estenaga en su estudio histórico sobre el cardenal Aragón (París, 1.930).
En la primavera del citado año, el arzobispo, dando de mano a los asuntos cortesanos, salió a realizar visita pastoral por los mas alejados lugares de su extenso arzobispado. Después de haber visitado las parroquias toledanas enclavadas en la actual provincia de Albacete, el 22 de mayo se encontraba en Cazorla, donde permaneció mas de un mes para ponerse nuevamente en camino el 23 de junio, llegando a Quesada el día 30.
Aquí tuvo Su Eminencia noticia de la triste situación en que se encontraban los habitantes de aquellos parajes, pues dado el gran número de cortijos en que residían y la distancia que les separaba de Quesada, sin que tuvieran ninguna otra iglesia mas cercana para que se atendiera a su cuidado espiritual, se encontraban en muy grande abandono y necesitados de recurrir a Quesada para la recepción de todos los Sacramentos.
-Compadecióse mucho Su Eminencia desto, dice la aludida crónica manuscrita (fol. 120), y empezó a discurrir como podría remediarse la necesidad y, preguntando si había alguna iglesia cerca de los cortijos, dijeron que una ermita de una imagen de mucha devoción de aquella tierra de Nuestra Señora, que llaman Nuestra Señora de Tiscar, con que quiso ir Su Eminencia personalmente a verla-.
La visita del santuario quedó fijada para el día 3 de julio y los feligreses convocados en él para tal fecha.
Trasladóse allá el cardenal en el día prefijado y después de haber examinado el templo, -pareciéndole a propósito la erigió en ayuda de parroquia de Quesada y mandó poner el Santísimo Sacramento de la Eucaristía y el de la Extremaunción con pila de bautismo y compuso congrua sustentación para un teniente que asistiera habitualmente en aquella iglesia para administrar los Sacramentos, agregándole una capellanía de Quesada...ordenando al cura que, de su renta que es bien proporcionada, señalase alguna porción a este teniente por su trabajo, y Su Eminencia también le socorrió mientras vivió para que estuviese mas gustoso. En esta iglesia dijo misa Su Eminencia y bautizó un niño, hijo de un pobre hombre de los cortijos y lo confirmó, llamándole Pascual, y al padre le dio una buena limosna para ayudar a criarle, diciéndole que aquel niño se había de criar por su cuenta y desde aquel día había de ser su padre Su Eminencia.
Visitó todos los cortijos y los consoló con su presencia y limosnas, que les hizo de trigo, repartiendo entre ellos toda la parte de trigo que le había tocado a Su Eminencia en aquella diezmería aquel año. Y ellos quedaron muy gustosos con el consuelo espiritual de tener parroquia tan cercana y con los socorros que Su Eminencia les hizo, dando a Dios muchas gracias por haber conocido a su prelado, que apenas tenían noticia le tuviesen-.
De esta forma se escribió una página, llena de interés y emoción para la historia del venerado Santuario de la Virgen de Tiscar, y que, trasladada a los Apuntamientos, sin mas preocupación que la de modernizar la ortografía, hemos querido dar a conocer, convencidos de que la fecha del 3 de julio de 1.675 fue para todo aquel contorno una fecha trascendental.

Del primitivo templo se conserva la gran puerta de arco apuntado y jambas ornamentales, así como restos del alicatado granadino.
Consta de una sola nave construida en piedra con bóveda de medio cañón.
La portada y el atrio son del siglo XIV.
Además de las puertas de acceso a la iglesia a través del atrio, destacar la sacristía, por el alicatado mudéjar que tiene del siglo XIV
Mención especial quiero hacer de la pila bautismal visigoda del siglo XVI procedente del desaparecido convento de los Dominicos de Quesada (donde se bautizó mi sobrina Tiscar). Esta pila podría estar entre las que fueron modificadas en base a las órdenes que Fr. Alonso de Santo Tomás (hijo ilegítimo de Felipe IV) dictó en el año 1861 por las que dispuso que la pila bautismal fuera de piedra y no de barro, y que "donde hubiera quedado alguna se consumiera dentro del espacio de dos meses y se hiciera de piedra"
Dignos de observar son también una puerta y mobiliario de taracea del siglo XVII y una serie de imágenes en terracota de la Virgen y los Evangelistas.
La portada y el atrio son del siglo XIV.
Además de las puertas de acceso a la iglesia a través del atrio, destacar la sacristía, por el alicatado mudéjar que tiene del siglo XIV
Mención especial quiero hacer de la pila bautismal visigoda del siglo XVI procedente del desaparecido convento de los Dominicos de Quesada (donde se bautizó mi sobrina Tiscar). Esta pila podría estar entre las que fueron modificadas en base a las órdenes que Fr. Alonso de Santo Tomás (hijo ilegítimo de Felipe IV) dictó en el año 1861 por las que dispuso que la pila bautismal fuera de piedra y no de barro, y que "donde hubiera quedado alguna se consumiera dentro del espacio de dos meses y se hiciera de piedra"
Dignos de observar son también una puerta y mobiliario de taracea del siglo XVII y una serie de imágenes en terracota de la Virgen y los Evangelistas.
Pintura Camarín. Siglo XVI.
Esta pintura conocida como "La Tabla de Tiscar" la describía así Juan de Mata Carriazo en el mes de abril del año 1925. "Sobre la madera, gruesa y compacta, la pintura anima con toques al óleo su preparación general hecha al temple, técnica un poco arcaizante, aunque nada excepcional, bien justificada en este caso por el deseo de acercarse todo lo posible al modelo. El busto, mas prolongado, permite que las tocas cierren bajo la barbilla, prendido el manto con una fíbula redonda. Tiene el rostro mayor expresión que en la joya de Alfonso V, y mas precisas notaciones de realidad en los labios gordezuelos y en los ojos, grandes y reposados; detalles suficientes para explicar la consideración de algunas de sus hermanas como retratos de la reina Isabel. Hay en el conjunto algo tradicional, impreciso, de remozada Dama de Elche y un no se que duro, y ambiguo, de Gioconda castellana.
En la pintura se distinguen muy bien dos partes: la superior, de cuello para arriba, es la mas bella y de mejores calidades de forma y color; la inferior vale mucho menos, sobre todo por lo que no revela la fotografía, su entonación sucia y deslucida. No hay que decir que estas dos partes representan lo que hay de escuela, bien estudiado, y lo que hay de aportación personal del copista en la obra que nos ocupa. En cuyos dos ángulos superiores se reparte la inscripción Santa María sobre rasgueos caligráficos que, si no son postizos, rebajan bastante la fecha de la pintura. De cualquier modo, la tabla será preciso colocarla en el siglo XVI. Un hermoso marco de la época, agradable de talla y de estofado, contribuye a levantar el mérito de la pieza.
La tabla de Tiscar es relativamente nueva en este lugar. Fue regalada al Santuario hace unos treinta años, por mi tío-abuelo don Laureano Delgado (1845-1916), quien la hubo de D. Manuel López Quiroga, coleccionista madrileño.
Tal es la obra que suma sus bellezas a cuantas han acumulado en el santuario de Tiscar, la naruraleza y la leyenda"
Mobiliario taracea granadina. Siglo XVII.
Otros elementos a destacar son por ejemplo las mensulas situadas a ambos lados de la puerta interior del atrio, mosaicos del siglo XIV, lámparas votivas, Cristo atribuido a Alonso Cano del Siglo XVIII o unos candelabros de plata del Siglo XVI.
Ménsulas puerta interior del atrio.
Mosaico mudéjar. Siglo XIV.
Lámpara votiva. Siglo XVIII.
Imagen de Cristo. Siglo XVIII
Candelabros. Siglo XVI.
Después de la guerra civil, momento en el que desaparece la imagen barroca de la Virgen de Tiscar, el santuario sufre otra importante renovación alterándose parte del aspecto anterior, demoliendo algunos muros de época medieval y adaptando el lugar y los accesos al aspecto actual.
Imagen antigua del interior de la Ermita
Sacristía a principios del siglo XX
Relativamente reciente también ha sido la reforma del altar y capilla de la Virgen con frescos y bajorelieves de Baños y Orea.
Todos estos tesoros artísticos se completaron, a lo largo de los siglos, con las gracias y beneficios otorgados por la iglesia universal. Así, en 1.603, Clemente VIII concedió quinientos días de indulgencia plenaria a todos los fieles que visiten el santuario.
En 1.728 el Cardenal Astorga y Cespedes, concede cien días de indulgencia a quienes rezaren una Salve ante la Sagrada imagen de Nuestra Señora de Tiscar y por bula de 30 de enero de 1.877, Pío IX agregó a la iglesia de la Virgen de Tiscar a los privilegios espirituales de que goza la basílica romana de San Juan de Letrán.
En 1.728 el Cardenal Astorga y Cespedes, concede cien días de indulgencia a quienes rezaren una Salve ante la Sagrada imagen de Nuestra Señora de Tiscar y por bula de 30 de enero de 1.877, Pío IX agregó a la iglesia de la Virgen de Tiscar a los privilegios espirituales de que goza la basílica romana de San Juan de Letrán.
"Su Santidad el Papa Clemente VIII por bula de 3 de marzo de 1.603
concede 500 días de indulgencias a los fieles que visiten el Santuario de la Vir
gen de Tíscar.
En 1.728 el Cardenal Arzobispo de Toledo, Diego de Astorga y Céspedes, concede 100
días de indulgencias a los que rezaren una salve ante la sagrada imagen de Nuestra Seño-
ra de Tíscar.
S.S. el Papa Pio IX por bula de 30 de Enero de 1.877, admitió y recibió
en la sociedad y comunión de los privilegios espirituales concedidos a la iglesia de San
Juan de Letrán, a la Iglesia de la Virgen de Tíscar, de tal suerte que por esta agregación
y recepción, todos los fieles de Cristo de uno y otro sexo que visiten la iglesia de Tíscar ganaran las indulgencias y todas las demás gracias espirituales concedidas a los que visiten la Iglesia Lateranense."
"Ave María"
Centrándonos en lo que es el aspecto exterior del Santuario, el mismo ha sufrido distintas modificaciones a lo largo del tiempo.
Cuando se construyó, se accedía al templo directamente por la puerta principal a través del atrio. Al oeste se encontraba el pequeño cementerio cristiano que mas tarde se convertiría en corral y que hoy es lugar donde los devotos de la Virgen le colocan las velas en acción de gracias o de súplica.
Cuando se construyó, se accedía al templo directamente por la puerta principal a través del atrio. Al oeste se encontraba el pequeño cementerio cristiano que mas tarde se convertiría en corral y que hoy es lugar donde los devotos de la Virgen le colocan las velas en acción de gracias o de súplica.
Puerta interior del atrio. Siglo XIV
Puerta acceso antiguo corral
Posteriormente, se construiría la casa de los santeros y otras dependencias que es lo que hoy es la hospedería del Santuario y salones de reuniones, accediéndose a la iglesia a través de la puerta situada en la plaza. Sobre el dintel de esta puerta, hay una imagen de la Virgen entre dos árboles, rodeada de estrellas y sosteniendo al niño, esculpida en alto relieve. Pasada esta puerta, nos encontramos a la izquierda con el atrio y puerta principal de entrada y al frente un escudo alusivo al Arzobispo de Toledo D. Rodrigo Jiménez de Rada y al Adelantamiento de Cazorla.
Puerta Santuario
Escudo
En la siguiente secuencia de fotografías, podemos observar la evolución que ha sufrido el Santuario con el paso del tiempo.
Este es el aspecto que presentaba el Santuario antes de la Guerra Civil.
En la siguiente fotografía anterior al año 1912 pues aún no existe la Fuente del Candilejo, podemos observar que todavía no se había ampliado el Santuario por la parte de lo que hoy son los apartamentos, ni se había abierto el túnel de acceso a la explanada del Santuario, Tampoco estaba construida la actual carretera Poza Alcón-Quesada, ni el túnel horadado en la roca a la altura de la Cueva del Agua, ni el depósito de agua de la pedanía, obras que se realizaron en el año 1.929, el mismo año que el Cardenal Segura, arzobispo de Toledo, visitara Quesada y el Santuario de Tiscar.
En esta época, concretamente el día 25 de septiembre de 1917, el matrimonio formado por D. Mariano de Foronda, Diputado a Cortes por el distrito de Cazorla y Dª. Mercedes Gómez Uribarri que ese mismo día había donado al Ayuntamiento de Cazorla un edificio para que allí se instalara el llamado Grupo Escolar Mercedes, donaron al Santuario de Tiscar "un riquísimo terno para funciones solemnes y varios ornamentos para el culto diario".
Así lo narraba la prensa de la época:
"Fué el otro acto la visita de los señores de Foronda, a la histórica e hidalga Quesada y al Santuario de Nuestra Señora de Tiscar, que en las cumbres de la Sierra se levanta
Tras la Guerra Civil, la torre de la fachada principal con la espadaña a dos alturas se desplaza ligeramente hacia la casa de los santeros, descubriendo la piedra de la torre y esquinas, desapareciendo la ventana que se encontraba sobre la puerta principal.
Además, se construyen los arcos a lo largo de toda la fachada del Santuario.
Posteriormente, se construiría la casa de los santeros y otras dependencias que es lo que hoy es la hospedería del Santuario y salones de reuniones, accediéndose a la iglesia a través de la puerta situada en la plaza. Sobre el dintel de esta puerta, hay una imagen de la Virgen entre dos árboles, rodeada de estrellas y sosteniendo al niño, esculpida en alto relieve. Pasada esta puerta, nos encontramos a la izquierda con el atrio y puerta principal de entrada y al frente un escudo alusivo al Arzobispo de Toledo D. Rodrigo Jiménez de Rada y al Adelantamiento de Cazorla.
Puerta Santuario
Escudo
En la siguiente secuencia de fotografías, podemos observar la evolución que ha sufrido el Santuario con el paso del tiempo.
Este es el aspecto que presentaba el Santuario antes de la Guerra Civil.
En la siguiente fotografía anterior al año 1912 pues aún no existe la Fuente del Candilejo, podemos observar que todavía no se había ampliado el Santuario por la parte de lo que hoy son los apartamentos, ni se había abierto el túnel de acceso a la explanada del Santuario, Tampoco estaba construida la actual carretera Poza Alcón-Quesada, ni el túnel horadado en la roca a la altura de la Cueva del Agua, ni el depósito de agua de la pedanía, obras que se realizaron en el año 1.929, el mismo año que el Cardenal Segura, arzobispo de Toledo, visitara Quesada y el Santuario de Tiscar.
Vista general de Tiscar a principios del siglo XX
Plaza del Santuario. Templo y Casa de la Cofradía. Octubre 1914
En esta época, concretamente el día 25 de septiembre de 1917, el matrimonio formado por D. Mariano de Foronda, Diputado a Cortes por el distrito de Cazorla y Dª. Mercedes Gómez Uribarri que ese mismo día había donado al Ayuntamiento de Cazorla un edificio para que allí se instalara el llamado Grupo Escolar Mercedes, donaron al Santuario de Tiscar "un riquísimo terno para funciones solemnes y varios ornamentos para el culto diario".
Así lo narraba la prensa de la época:
"Fué el otro acto la visita de los señores de Foronda, a la histórica e hidalga Quesada y al Santuario de Nuestra Señora de Tiscar, que en las cumbres de la Sierra se levanta
sobre agrestes picachos, como agujas
que al firmamento azul su punta elevan
En aquella visita, después de orar ante la bendita Imagen y de serle impuesta al Sr. Foronda la Medalla de Hermano Honorario de la Cofradía y de contemplar el soberbio panorama que tiene la Virgen por alfombra de su trono y las rocosas cumbres que tiene por asiento y el cielo limpio y puro que tiene por palio transparente, se les obsequió con un almuerzo (con toda exquisitez servido y en pocas horas preparado) en la maravillosa Cueva del Agua, grandiosa manifestación de la naturaleza, bellísima, incomparable, hecha por Dios como misterioso subterráneo templo, para guardar cientos de años, entre joyas brillantes que las aguas forman y las rocas engarzan, los padazos que la impiedad hizo de la imagen de la milagrosa Virgen".
Tras la Guerra Civil, la torre de la fachada principal con la espadaña a dos alturas se desplaza ligeramente hacia la casa de los santeros, descubriendo la piedra de la torre y esquinas, desapareciendo la ventana que se encontraba sobre la puerta principal.
Además, se construyen los arcos a lo largo de toda la fachada del Santuario.
El beato Manuel Lozano Garrido (Lolo) en la Plaza. Año 1.965.
Posteriormente, se descubre toda la piedra y se construye un murete en la fachada de la casa de los santeros en forma de bancos.
Casa de los Santeros
Mas tarde, se quitan los arcos y se prolonga el murete en forma de bancos.
Y este es el estado actual del Santuario.
El horario de visitas del Santuario nos lo indica este cartel y en este horario se pueden adquirir todo tipo de recuerdos de la Virgen ( pulseras, cuadros, medallas, llaveros etc).