" ...Y sigue con lentitud la marcha triunfal de la Virgen de Tiscar; la procesión va faldeando las abruptuosidades de Peña Negra y el Castillo; y la multitud no cesa en sus aclamaciones fervorosas, mientras no cesan las campanas de cantar y restallar los cohetes. Al regresar al santuario, la Virgen lleva sobre el trono un niño cieguecito; la masa humana se mueve pesadamente; es imposible la entrada al templo; la Virgen, mirándonos a todos parece que sonríe.
Arrecia el entusiasmo popular, se mueven jadeantes los que portan el trono, todos esperan el milagro y el milagro se ha hecho; el niño paralítico y ciego ha cogido el manto de la Virgen; lloran unos, todos nos emocionamos y pausadamente, dificilmente, los devotos se agolpan a las puertas del templo llevando sobre sus hombros la Virgen milagrosa." (Fragmento del artículo publicado por Rafael Láynez Alcalá en el diario La Regeneración en 1920 titulado La Romería de Tiscar)
En toda la comarca del Guadalquivir e incluso en provincias limítrofes, es inmensa la devoción que se tiene a la Virgen de Tiscar siendo innumerables los milagros reconocidos que las contiendas y el paso del tiempo se han encargado de borrar de la mente de sus devotos y de los documentos antiguos escritos y hoy desaparecidos.
Según cuentan la tradición y la leyenda, la Virgen de Tíscar obró el primero de sus milagros en el año 1.319 en medio de un paraje natural de incomparable belleza y de nombres cargados de fuerza lírica: Peña Negra, Vadillo, Pilón Azul, Puerto de Tiscar, Cerro el Caballo, Valle de D. Pedro, Cañada de Tiscar, Cueva del Agua...Todo ello conforma un enclave puramente serrano y realmente bello, que con su marco natural ha servido, a lo lo largo de los siglos, para acrecentar la devoción y la pasión por la Señora de Quesada.
En ese lugar, en medio de este paisaje paradisíaco, habría tenido lugar la milagrosa aparición de la Virgen. Se habría aparecido en la Cueva del Agua, hoy llena de exvotos en honor de la Virgen, entendidos como ofrendas dejadas por los fieles que han recibido un don o curación como ofrenda y recuerdo. Es fácil ver en este lugar trozos de cabellos, fotografías, pulseras, velas, etc, además de las ofrendas que se hacen a la Virgen como donativos en metálico (los billetes son pinchados con alfileres al manto de la Virgen), joyas, mantos, objetos de adorno o animales vivos.
Arrecia el entusiasmo popular, se mueven jadeantes los que portan el trono, todos esperan el milagro y el milagro se ha hecho; el niño paralítico y ciego ha cogido el manto de la Virgen; lloran unos, todos nos emocionamos y pausadamente, dificilmente, los devotos se agolpan a las puertas del templo llevando sobre sus hombros la Virgen milagrosa." (Fragmento del artículo publicado por Rafael Láynez Alcalá en el diario La Regeneración en 1920 titulado La Romería de Tiscar)
En toda la comarca del Guadalquivir e incluso en provincias limítrofes, es inmensa la devoción que se tiene a la Virgen de Tiscar siendo innumerables los milagros reconocidos que las contiendas y el paso del tiempo se han encargado de borrar de la mente de sus devotos y de los documentos antiguos escritos y hoy desaparecidos.
En ese lugar, en medio de este paisaje paradisíaco, habría tenido lugar la milagrosa aparición de la Virgen. Se habría aparecido en la Cueva del Agua, hoy llena de exvotos en honor de la Virgen, entendidos como ofrendas dejadas por los fieles que han recibido un don o curación como ofrenda y recuerdo. Es fácil ver en este lugar trozos de cabellos, fotografías, pulseras, velas, etc, además de las ofrendas que se hacen a la Virgen como donativos en metálico (los billetes son pinchados con alfileres al manto de la Virgen), joyas, mantos, objetos de adorno o animales vivos.
Exvotos en la Cueva del Agua
Velas en la Cueva del Agua
Mosaico de exvoto en la fachada norte del Santuario
Exvoto. Año 1950
Rafael Zabaleta
Museo de Quesada
También son muchas las personas que depositan en una hornacina del Santuario una carta solicitando algún favor o en acción de gracias.
Es difícil saber si la aparición se verificó ya en los años que media entre la toma de Quesada por parte de San Fernando en 1224 y la reconquista musulmana que se verifica en 1295, pero la costumbre comúnmente aceptada fija en el año 1319 la relación de la Virgen de Tíscar con el pueblo de Quesada y con los otros pueblos del Adelantamiento.
En 1310 Quesada pasaría nuevamente, y de manera definitiva a la Corona de Castilla.
Según una de las muchas leyendas piadosas que adornan la devoción a la Virgen de Tíscar, en 1319, poco antes de la toma definitiva por parte de Pedro de Castilla de Tíscar, Huesa y Belerda, la imagen de la Virgen de Tíscar se le apareció a Mohammed Andón, Caudillo del Castillo de Tíscar, pidiéndole que rindiera la plaza ante las tropas castellanas y se convirtiera al cristianismo, pues lograría así salvar muchas vidas.
Según una de las muchas leyendas piadosas que adornan la devoción a la Virgen de Tíscar, en 1319, poco antes de la toma definitiva por parte de Pedro de Castilla de Tíscar, Huesa y Belerda, la imagen de la Virgen de Tíscar se le apareció a Mohammed Andón, Caudillo del Castillo de Tíscar, pidiéndole que rindiera la plaza ante las tropas castellanas y se convirtiera al cristianismo, pues lograría así salvar muchas vidas.
El musulmán, confuso, se habría llevado la imagen hasta la fortaleza, explicándole a los suyos lo sucedido. Pero la soldadesca del castillo, poco fiada en milagros de una Virgen cristiana y convencidos de que la presencia de la Virgen en el castillo recrudecería el interés de las tropas cristianas por tomar la plaza, decidieron lanzar la Virgen al vacío desde lo alto de los torreones.
En las agrestes y altas montañas de TISCAR
quisiste buscar el CONSUELO de los desfavorecidos,
el ROCÍO alegre de la fresca mañana,
y allí quedarte para siempre
para escuchar el discurrir de esas aguas cristalinas... que van a parar a la MAR
para escuchar el discurrir de esas aguas cristalinas... que van a parar a la MAR
Pablo Vargas
Historia o leyenda, según la piadosa tradición, tantas veces como lo hicieron, volvió la Virgen a la fortaleza musulmana, hasta que después de que ni aún tirándola a pozos profundos la imagen desapareciera, los musulmanes la hicieron pedazos. Tomado el castillo de Tíscar por los cristianos, estos mandaron a Toledo los restos de la milagrosa Virgen para que fueran recompuestos por expertos orfebres, pero la Virgen volvería a su gruta de manera milagrosa e intacta. Y a partir de ahí, la Virgen gótica con el Niño Jesús en sus brazos, quedaría ligada de manera irremediable al pueblo de Quesada y a todos los de los alrededores, devoción que se acrecentaría a partir del siglo XVI hasta nuestros días.
Otro de los milagros que se atribuyen a la Virgen de Tiscar se lo escuché contar hace muchos años a Carlos el santero. Corría el año 1.909, cuando un joven de Belerda llamado Felipe, se tuvo que alistar en el Regimiento Arapiles 62 para participar en la Campaña de Marruecos. Con motivo de la contienda, este joven falleció, dejando viuda a su esposa Juana María y huérfanos a sus tres hijos pequeños. Para colmo de males, la infortunada Juana María quedó ciega, viéndose imposibilitada para trabajar y poder alimentar y sacar adelante a sus tres hijos. Desesperada por esta situación, decide una mañana subir al Santuario a implorarle ayuda y misericordia a la Virgen de Tiscar y aunque la conversación que hubo entre ambas siempre será una incógnita, lo cierto es que cuando Juana María salió a la plaza después de terminar sus rezos y súplicas, recobró la vista.
Otro de los milagros que se atribuyen a la Virgen de Tiscar se lo escuché contar hace muchos años a Carlos el santero. Corría el año 1.909, cuando un joven de Belerda llamado Felipe, se tuvo que alistar en el Regimiento Arapiles 62 para participar en la Campaña de Marruecos. Con motivo de la contienda, este joven falleció, dejando viuda a su esposa Juana María y huérfanos a sus tres hijos pequeños. Para colmo de males, la infortunada Juana María quedó ciega, viéndose imposibilitada para trabajar y poder alimentar y sacar adelante a sus tres hijos. Desesperada por esta situación, decide una mañana subir al Santuario a implorarle ayuda y misericordia a la Virgen de Tiscar y aunque la conversación que hubo entre ambas siempre será una incógnita, lo cierto es que cuando Juana María salió a la plaza después de terminar sus rezos y súplicas, recobró la vista.
3 comentarios:
Para saber que grande es madre de dios . Solo tienen que ir y bajar a la cueva. Y rezarle . No hay palabras.
Para saber que grande es madre de dios . Solo tienen que ir y bajar a la cueva. Y rezarle . No hay palabras.
Hola yo soy de Quesada y creo que sí fue verdad lo de la virgen ,con mirarla a la cara te das cuenta que si ,viva la virgen de tiscar
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